Asomada a la Plaza de la Constitución y Balsa Vieja podemos admirar la cristalera desde la que los socios del Casino totanero miraban pasar la vida urbana, contemplaban en su ocio el devenir de las gentes, amas de casa que marchaban a la compra, niños jugando o los viandantes que caminaban a sus ocupaciones.
Las personas acomodadas tomaban café, leían el periódico o un libro, conversaban o despachaban asuntos, pues para todo eso servía esta sociedad privada de origen cultural. Entre finales del siglo XIX y principios del XX funcionaron algunos casinos promovidos por hombres de acomodada posición para apoyar una u otra facción política, de ahí el nombre de Casino de don Fulano o Casino Liberal.
Un grupo de señores decidieron fundar una sociedad recreativa y cultural en la que funcionara la independencia política y se alejara de las luchas que solían traer las confesiones de este carácter. Con fecha 29 de noviembre de 1917 nacía la Sociedad Gran Casino, formada por hombres acomodados que querían un centro de ocio alejado de la política y cubriera sus necesidades sociales y culturales. Los socios hicieron aportaciones dinerarias con las que pudieron adquirir el edificio de la calle Vidal Abarca número 2, acondicionando sus interiores de acuerdo con las nuevas necesidades como era un bar, salones de estancia, biblioteca y salas de juego para entretener sus socios. Para ser admitido debía ser presentado por dos socios y aportar la cantidad de 25.- pesetas y una mensualidad de 1'50, que daba derecho a acceso y uso de sus instalaciones, así como a los actos sociales extraordinarios como bailes en determinadas fechas como los días de Pascua y el de fin de año. En 1947, siendo presidente de la sociedad el doctor don José Cayuela Meca, y pasados los primeros años de posguerra con sus consiguientes carencias, se decidió hacer reformas para acondicionarlo a una nueva realidad social, para lo que se encargó al pintor Fernando Gamonal la decoración de las paredes y el diseño del mobiliario de sus salones.
El paso del tiempo y nuevas manos de pintura cubrieron la obra de Gamonal aunque recientemente se han descubierto algunas, acometiendo en estos momentos una nueva junta directiva un lavado de cara al bello salón de aire modernista que es el centro y eje de la sociedad. Según nos cuenta el Cronista Oficial de Totana don Juan Cánovas Mulero en su obra en dos tomos titulada Bajo el cielo de Totana, existen reseñas periodísticas de los bailes organizados en el año 1935, en las que se narra que se contrató una orquesta para amenizar bailes de pascua en los que la juventud de aquella sociedad celebraba dichas festividades, como ocurrió en muchos años a partir de la terminación de la guerra.. El paso del tiempo, el elitismo de muchos de sus socios y la prohibición del juego ha ido haciendo decaer la vida del Casino, por lo que la actual junta de gobierno deberá hacer un esfuerzo para acercarla a los ciudadanos bajo pena de extinción.
Es un sitio céntrico, tiene un bello y aprovechable salón muy adecuado para realización de exposiciones, recitales y cualquier acto cultural, que debía ser el eje de su futuro con el fin de acercar a la nueva sociedad totanera a esta asociación y darle continuidad- Desde hace unos años diferentes asociaciones culturales hemos intentado dotar a esta sociedad de actos culturales que deben ser el eje de su vida actual, pero siempre ha sido complicada la relación por lo que estos actos han sido desgraciadamente esporádicos.
Esta nueva directiva tiene ante ella el reto de hacer evolucionar el casino para que sea el eje cultural de Totana. Les deseo lo mejor en beneficio de todos. Juan Ruiz García