En la antigüedad las casas se fueron agrupando por la necesidad de defenderse, crecieron las aldeas, se convirtieron en pueblos, estas en ciudades por su crecimiento y las edificaciones se sucedieron dejando entre ellas calles de acceso.
En los lugares pequeños era fácil localizar una casa preguntando a los vecinos, pero con el crecimiento la cosa se fue poniendo más difícil y hubo que buscar solución a aquel lío. Se ordenó una unidad de criterio para todos: que los cascos urbanos fueran radiales en cuanto a numeración partiendo del lugar más céntrico, como en Madrid que es la Puerta del Sol o en Totana que es la Plaza de la Constitución.
Con el fin de facilitar la ubicación de los edificios se mandó que se pusieran los números pares en la derecha de la calle y los impares a la izquierda. Y con ese criterio vemos las calles nominadas y numeradas, lo cual facilita a los carteros el reparto de correspondencia y a los ciudadanos encontrar con facilidad el domicilio que buscan.
No obstante en algunos lugares encontramos extrañas situaciones, no solamente que una calle no tenga nombre, sino que, como en Totana haya un vial que se llama calle sin nombre. Puede parecer raro pero así es.
Hace años, mientras paseaba miraba los nombres de las calles puestos en letrericos en las esquinas y en una de ellas encontré el cartel cerámico que decía: Calle Innominada.
Innominada quiere decir sin nombre y eso me extrañó y no poco, ya que era la primera vez en mi vida que veía una situación tan anómala. Pensé que la única explicación que tenía aquel fenómeno era que en algún momento de la expansión del pueblo, en un plano de Totana de los que hizo el Ayuntamiento el que lo dibujó se encontró con un vial que aún no tenía nombre y en ella puso Innominada por aquella circunstancia.
No me cupo duda de que cuando fueron a rotular las calles buscaron el plano y colocaron en las esquinas los correspondientes nombres, y al llegar a esta calle y encontrarla así denominada escribieron Innominada y así se llama desde entonces. Hace años que encontré esta rareza y me fui a Urbanismo para preguntarle a un conocido hoy fallecido la situación y mis deducciones, tras una comprobación me dijo que así era en efecto. No creo que en muchos sitios, como en Totana, haya una calle que se llame Sin Nombre.